Las ruinas de su torre medieval dominan las calles empedradas de este encantador pueblo que goza de un excepcional clima, que le permite a la tierra dar mimosas, (con floración en febrero) naranjos, limoneros y mandarinos.
Instalado en terrazas sobre el pueblo, el jardín mediterráneo reúne unas 400 especies mediterráneas y exóticas, entre las que destacan la chumbera, el madroño, el jujube, el enebro y el níspero de Japón.
En occitano "Sanch Inhan"; este lindo pueblo es famoso por su vino con denominación de origen controlada desde 1982, el viñedo de Saint Chinian se constituye de veinte pueblos que producen, al sureste de Saint Pons, uno de los mejores vinos de la región. Pueblo típico y pintoresco, San Chinian se extiende a ambos lados de los ríos Orb y Verzanobre, y al fondo, cual telón majestuoso, los Montes del Caroux y Espinouse.
En Ensérune se conservan los restos de una ciudad fortificada en la que se superponen varias capas de civilización prerromana. El Oppidum domina la llanura "biterroise" (de la región de Béziers) y es esta ubicación mediterránea la que confirma el interés del lugar. El museo, construido en el sitio donde estuvo la antigua cité, reúne los descubrimientos de excavaciones que evocan la vida cotidiana desde el siglo VI a.C. hasta el siglo I d.C. No hay que perderse: el panorama excepcional del antiguo estanque de Montady ("Etang de Montady"), seco desde 1247.
La ciudad está construida en un eje estratégico, rodeada de escaleras y dominada por una magnífica catedral. Para los amantes del vino, es la capital del viñedo de Languedoc. Para los amantes de los paseos acuáticos, es el lugar de nacimiento de Pierre-Paul Riquet, y por lo tanto del Canal del Mediodía (Canal du Midi). La ciudad es también conocida por su gran ambiente durante la feria de agosto.
Su prestigio se debe, por un lado, a la destreza técnica de la obra, pero sobre todo a la belleza de sus orillas, a la tranquilidad de su cauce y a la diversidad paisajística, pues el Canal del Mediodía es una vía navegable que atraviesa todo el Languedoc, desde el Mediterráneo hasta el Lauragais, bordeando lugares idílicos, ciudades llenas de historia e interesantes monumentos.
¡Es una maravilla! ¿Cómo no admirar esta cité, cuya silueta inconfundible se destaca sin más, en medio de la llanura vinícola? Detrás de esta ciudadela amurallada se encuentra la garriga de las Corbières. En 1996, el Canal du Midi fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en 1997 le tocó el turno a Carcasona. Todos los que han caminado por sus callejuelas, entre sus murallas y han penetrado en su castillo de seguro siempre la recordarán. La ciudad de Carcasona es la mayor fortaleza de Europa. Se compone de un núcleo fortificado, el Castillo CondalChâteau Comtal y un doble recinto: el exterior tiene 14 torres y está separado del interior (24 torres) también por el foso.
Castres prosperó durante mucho tiempo gracias a los textiles. Las casas de tejedores, tintoreros, curtidores o rematadores lo atestiguan, en las orillas del Agoût. La ciudad alberga ahora un fantástico museo: el Museo de Arte Hispánico, cuyos planos fueron diseñados por Mansart y los jardines por Le Nôtre. Este museo cuenta con una excepcional colección de obras de Goya. La ciudad está rodeada de magníficos paisajes como el Sidobre, la Montaña Negra o los Montes de Lacaune.
Puedes descubrir, por un lado, las gigantescas canteras de granito que atestiguan sobre su importancia económica y, por otro, más turístico, el Sidobre ofrece curiosos paisajes de rocas graníticas esculpidas en bolas por la erosión. Grandes masas redondeadas, equilibradas unas sobre otras, ríos de rocas, los "compayrés" la convierten en un famoso lugar turístico que no te puedes perder.
Cette station est dotée de sources thermales. On peut en partir pour de formidables randonnées à travers les monts environnants ou dans la fraîche vallée du Gijou. De plus, nos amis belges seront ravis de voir sur la place du Griffoul, au centre ville, la fontaine des pisseurs qui leur évoquera des souvenirs immanquablement.
Esta ciudad tiene balnearios de aguas termales. Puedes también realizar maravillosas caminatas por las montañas de los alrededores o en el fresco valle del Gijou. Además, nuestros turistas belgas estarán encantados de ver la fuente de los meones en la plaza Griffoul, en el centro de la ciudad, que inevitablemente les traerá recuerdos.
Antigua ciudad distinguida por sus residencias que datan de la Baja Edad Media y sus mansiones privadas de los siglos XVII y XVIII, también conocida como la ciudad de Molière. Cuenta con numerosos museos como el del Juguete, el Museo de la Puerta y el Museo Boby Lapointe, galerías de arte, talleres de artesanía, tiendas de antigüedades y un mercadillo de libros, así como la escenografía de Molière te transportarán en el tiempo. Durante el verano, los artesanos del centro de la ciudad, abren los comercios hasta avanzada la noche, también muy recomendable "les estivales" del vino que te mantendrán ocupado en alguna noche de verano.
La flora silvestre colora majestuosamente las rocas. El curso sigue el arroyo entre las altas rocas, y luego se calma en las piscinas, la más ancha de las cuales es el "gouffre du Cerisier" (abismo del cerezo).
Puedes planear un picnic para disfrutarlo junto al agua. Se puede admirar el magnífico circo de las Farrières dominado por agujas rocosas. Hay dos posibilidades: para los más deportistas, puedes hacer una excursión de tres horas de ida y vuelta al corazón de estas magníficas gargantas. Al final del paseo, llegarás a Héric, una aldea con techos de piedra.
Para los demás, pueden caminar tranquilamente, nadar y disfrutar de estos hermosos paisajes.
Las salidas de muflón se organizan para observar a estos animales emblemáticos del Caroux.
Situado en la orilla derecha del Orb y al pie del Caroux, encontrarás fácilmente y sin demasiado esfuerzo, hermosas piscinas naturales y hermosos miradores.
Este notable sitio natural permitirá a los excursionistas experimentados caminar 13 km con desnivel de 600 metros.